22 de septiembre de 2015.
Universidad
Iberoamericana Puebla.
Presentación
del Libro.
Eduardo
Almeida Acosta.
Este libro es el primer volumen de
tres del Seminario “El Pensamiento Crítico frente a la Hydra Capitalista”
convocado por el EZLN para los días del 2 al 9 de mayo de 2015; primero en
Oventic el día 2 para hacer un homenaje a dos luchadores sociales, el maestro
Galeano y el filósofo Villoro, que aportaron muchas luces al propósito del
Seminario y durante muchos años a la lucha por la justicia, la libertad y la
democracia; y luego en San Cristóbal de las Casas para reflexionar sobre la
catástrofe que se cierne sobre la humanidad y pautas de qué hacer frente a
ella.
En este primer volumen se ofrece la
participación de la Comisión Sexta del EZLN y se presentan las aproximaciones
de Pensamiento Crítico de los zapatistas, fruto de su resistencia y rebeldía,
mirando primero a lo que han vivido y hecho para sobrevivir y enfrentar a la
hydra capitalista; y en segundo término compartiendo su mirada del gran
responsable de la guerra mundial en la que estamos inmersos, el capitalismo, y
de lo que se manifiesta como la gran tormenta que ya padecemos y que se
incrementa día con día presagiando la extinción de la especie humana.
Este primer volumen es muy
importante, y el propósito de estas presentaciones que estamos haciendo por
todo el país durante este segundo semestre de 2015, tiene como finalidad
explicar y dar a conocer las visiones y experiencias de resistencia de los
zapatistas a la gran mayoría de la población mexicana, tan desinformada, tan
mantenida en la apatía, el conformismo y el miedo por la plutocracia que
monopoliza el poder y la riqueza en el país.
Son muchos los logros y capacidad del
zapatismo en cuanto a solidaridad, resistencia y convivencia tan necesarias
para confrontar la codicia, la agresividad y la arrogancia del sistema político
y económico que nos abruma a los mexicanos. Tengo la fuerte impresión de que
hay aportes que son más conocidos, valorados y aprovechados fuera del país que
al interior del mismo. Aprendizajes y actitudes tan relevantes como la
organización y la disposición del trabajo, la delegación del poder, la rotación
de figuras de autoridad por ciclos cortos de tiempo, la habilidad de romper
bloques, de contar con la capacidad de dirigencia de las mujeres, la
comprensión práctica de cómo funciona la economía. Ignoramos casi por completo
cómo el zapatismo coincide en sus luchas con las que se llevan a cabo contra el
“apartheid” de los israelíes, contra el Ejército Islámico por parte del Confederalismo
Democrático Kurdo. Sólo de vez en cuando nos enteramos de esas luchas, de su
relevancia para la humanidad y para enfrentar a la hydra capitalista.
El mensaje de los Zapatistas es que
esta casa capitalista está por caerse, que hay que ir construyendo otra, y
ofrecen pautas para ello. Para esto convocaron al Seminario de Mayo en Chiapas.
Para recordarnos que es importante no seguir solos, que tener buena compañía es
el fruto de un gran esfuerzo y que ya no podemos esperar para crearla. El
dolor, la indignación y la rabia que los zapatistas han vivido frente a las
diferentes cabezas de la hydra y que les han enseñado a reorientar, a canalizar
y a energetizar sus potencialidades y sus recursos ya han sido fuente de
inspiración de muchas luchas, pero de lo que se trata ahora es de expandir esos
aprendizajes, y como ellos han expresado, de crear otros semilleros de
pensamiento crítico y de organización comunitaria; de crear nuevos conceptos
para entender la hydra, de cómo se fue conformando, de entender cómo se ha ido
luchando contra sus cabezas y contra toda ella y de cómo habrá que ir no solo
entendiendo la realidad sino de cómo habrá que irla transformando.
Entonces lo que este primer volumen
ofrece en una primera parte es la mirada hacia adentro, que hacen los
zapatistas, de su caminar. Para captar esta interioridad el texto ofrece de
entrada dos pistas encarnadas en dos luchadores sociales: Del primero, Don Luis
Villoro, no se sabía que era de adentro, aunque por sus diálogos publicados en
la revista Rebeldía se podría haber sospechado. Del segundo, que se supo que
fue de adentro desde antes del 1° de enero de 1994, el maestro Galeano, y que
fue protagonista fundamental en el alzamiento y durante 20 años de rebeldía
hasta ser maestro (votán) en “la escuelita”, y finalmente secuestrado,
torturado y asesinado por la CIOAC-Histórica, esa agrupación de traidores.
Para la mirada hacia adentro el
Subcomandante Moisés expuso en varias sesiones del Seminario los conceptos y la
práctica de la Economía Política que han construido los zapatistas recuperando
tierras, defendiéndolas, cultivándolas, sin aceptar migajas del mal gobierno,
con trabajo colectivo, aprendiendo desde las dificultades y contando con la
participación de las mujeres. Expuso también cómo se van organizando, desde lo
que se les va ocurriendo en el cerebro, desde lo que su lengua va poniendo en
palabras, desde lo que sus cuerpos van ensayando en la práctica, aprendiendo de
las dificultades, acerca de cómo hay que organizarse, de cómo atender a las
quejas poniéndose de acuerdo para trabajar, de cómo hacer funcionar “bancos
autónomos”.
Para captar cómo fueron
conformándose las luchas zapatistas varias comandantas comunicaron cómo han ido
cambiando las relaciones de género y cómo han construido nuevas relaciones
sociales. La comandanta Miriam describió el largo proceso que han seguido las
mujeres zapatistas para superar primero el maltrato de los finqueros y luego ya
en las comunidades zapatistas el de los varones en sus hogares. Concluye su
exposición diciendo: “Nunca tuvimos la oportunidad de decir lo que sentimos por
muchos años”. La Comandanta Rosalinda comunicó el proceso de cómo fueron
perdiendo el miedo y la vergüenza de participar en todas las áreas de trabajo.
Participaron en el levantamiento y fueron siendo responsables de instancias
locales y luego regionales. Dijo: “Para hacer una revolución tiene que ser
entre hombres y mujeres”. La Comandanta Dalia relató que las mujeres han
organizado trabajos colectivos, visitando pueblos y haciendo reuniones, todo
ello para sostener la resistencia. Lizbeth, una base de apoyo afirmó: “Nosotras
ya tenemos la libertad y el derecho como mujeres de opinar, discutir, analizar,
no como antes; el modo de luchar y de gobernar lo practicamos todos los días
hombres y mujeres, lo vemos como nuestra cultura”. Las mujeres fueron rompiendo
moldes y esquemas del papel que el sistema patriarcal y que los hombres
zapatistas también les habían impuesto.
Para la mirada hacia adentro el
Subcomandante Moisés detalló durante varias sesiones del Seminario cómo los
zapatistas han resistido y se han rebelado para no caer en provocaciones a
pesar de ataques durísimos que han soportado por parte del gobierno y de los
paramilitares; de mercenarios enviados para destruir sus cosechas, invadir
tierras y asesinar. Han acatado la orden de replegarse en la lucha violenta, de
no recibir lo que ofrece el gobierno, de encajar las amenazas, de tragarse las
burlas de muchas gentes, de soportar las mentiras de académicos y de medios de
comunicación que propagan la debilidad y la extinción progresiva de los
zapatistas.
El Subcomandante Moisés expuso
también los problemas que tuvieron para construir las Juntas de Buen Gobierno,
porque tuvieron que transitar de una lógica militar a una lógica civil, de un
control de combatientes a una organización de sujetos autónomos, de gobernar a
base de órdenes a mantenerse coordinados a base de acuerdos. Lo cual no
significó dejar de lado la resistencia y la rebeldía, una de las fuentes de
vida de los zapatistas, de lo que les ha motivado a practicar formas nuevas de
ejercer la justicia, de atender a la salud y de procurar la educación para
todas y todos. La resistencia y la rebeldía les permite vigilar permanentemente
a sus autoridades, practicar el diálogo y la consulta cada vez que sea
necesario. La resistencia y la rebeldía son así condiciones permanentes de
evitar las rigideces en las utopías de cambio y de propiciar la apertura mental
y la flexibilidad necesaria para favorecer el pensamiento crítico.
En una segunda parte, este
primer volumen (de tres que serán publicados) ofrece la mirada que dirigen los
zapatistas hacia afuera, hacia el mundo dominado por la hydra capitalista. Se
plantean algunos supuestos fundamentales del análisis de la realidad. Se
procura enfocar la mirada hacia las formas que adopta el capitalismo en la
actualidad, hacia los rasgos que lo distinguen en sus estrategias para
proseguir en el proceso de acumulación de riqueza para unos cuantos y de
empobrecimiento y hasta de extinción para la mayor parte de la humanidad. Es un
afán destructivo que no tiene comparación con las formas como el capitalismo se
ha manifestado en los otros períodos de la historia.
En un discurso dirigido a los padres
de los estudiantes desaparecidos de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de
Ayotzinapa, Gro. el Subcomandante Galeano presentó apuntes sobre el método
zapatista para enfrentar a la hydra. Hay luchas que van socavando el sistema
capitalista, como la de los familiares de los desaparecidos de la Normal de
Ayotzinapa. Para incrementar y ensanchar ese trabajo de zapa es necesaria una
lucha común “que transforme el dolor en rabia, la rabia en rebeldía, y la rebeldía
en mañana”. La noche de terror, el 26-27 de septiembre de 2014 fue un punto de
quiebre que extendió y profundizó la lucha de los normalistas hasta los lugares
más apartados del planeta y eso se debió al empeño, a la sencillez, a la
grandeza, a la entrega incondicional de los familiares de esos estudiantes.
Como les dijo el Subcomandante Galeano: “No crean en quienes les dicen que la
sensibilidad y la simpatía, el apoyo, se mide en calles abarrotadas, en plazas
colmadas, en grandes templetes, en el número de cámaras, micrófonos,
encabezando los periódicos, tendencias en redes sociales... La inmensa mayoría
en el mundo, no sólo en nuestro país, es como ustedes, hermanas y hermanos
familiares de los ausentes de Ayotzinapa. Son personas que tienen que pelearle
al día y a la noche un pedazo de vida. Es gente que debe luchar para arrancarle
a la realidad algo para sostenerse”.
En otro texto el subcomandante
Galeano ofrece elementos para el análisis de la complejidad de la hydra
capitalista en la situación actual. Según el Subcomandante el Seminario
pretende ser un semillero de ideas, provocar pensamientos, discusión, diálogos,
debates, polémicas. Se trata de responder a la pregunta que todos terminamos
por hacernos: ¿qué sigue? El Subcomandante Galeano propone que se escuche y se
lea al Subcomandante Moisés (ver párrafos anteriores). “Dice el Sup Galeano: “A
través de sus palabras (del Sup Moisés) podrán asomarse a una historia terrible
y maravillosa. Entenderán que es como un informante (drone) subterráneo y
tendrán el privilegio de una mirada desde las profundidades de la resistencia
zapatista”.
Siguiendo con la mirada desde las
profundidades de la resistencia zapatista se puede apreciar que muerte y
destrucción hacen vivir a la hydra. Su credo se llama guerra. Su sistema es impunidad
hecha gobierno, medio de comunicación, aparato judicial, cuerpo legislativo,
ejército, etc. Su sistema es el del patriarca contra lo femenino. Sus víctimas
predilectas: la verdad y la justicia. Eso lo estamos viendo en el paradigma
Ayotzinapa, “dar vuelta a la hoja”, “mirar para adelante”.
Frente a la hydra es necesario hacer
de la exigencia de verdad y de justicia una demanda universal, asumir el dolor
y la rabia de esos padres, que no se rinden, no se venden, no claudican. La
lucha se da con todo, teatro, diarios, internet… para derribar “la casa
capitalista” desde los cimientos y para atacar a la hydra desde todos los
frentes.
Aquí es donde entran los
avistamientos críticos para repensar las teorías, enfocar a “los procesos
electorales”, a “la oligarquía del capital privado”, a “los representantes del
pueblo”. Desde una ciencia de la historia que no sólo explique sino transforme.
Desde una “economía política”, desde “rebeldía y resistencia”, como lo ha
explicado el Subcomandante Moisés, que permitan entender que afuera “los medios
de producción” son también “los medios del despojo”. Entender las formas
complejas de la hydra de ahora.
Los zapatistas nos advierten sobre
la tormenta que se nos viene encima, sobre su historia, qué la alimenta, cuál
ha sido su trayectoria. Es la hydra que todo lo vuelve mercancía, invade
territorios, despoja pueblos, decreta que hay humanos de los que hay que
deshacerse.
Los sistemas jurídicos, leyes,
ejércitos de abogados, son medios de despojo. Se recurre a todo tipo de
violencias para despojar.
Mientras tanto las ciencias sociales
están determinadas por un pensamiento haragán, incapaz de detectar las señales
de la tormenta, de que el sistema-mundo está cambiando y se orienta hacia una
crisis terminal. Lo que ven los zapatistas es una cuestión de supervivencia no
sólo de los pueblos originarios sino de toda la humanidad. Todo se vuelve
mercancía, el trabajo, la naturaleza, el conocimiento. Campesinos e indígenas
son ahora migrantes sin salir de su tierra de origen. El zapatismo ha captado
el problema y afirma es la guerra contra la humanidad. Guerra siempre, Guerra
Mundial. Destrucción Universal. En todas partes, de todas las formas, todo el
tiempo.
Para esta guerra la hydra ha
invadido todo el sistema social. Para esta destrucción propositiva están los
gobernantes torpes e imbéciles proponiendo “Reformas”, realizando “obras de
urbanización” (véase lo que sucede en México D.F., en Puebla y lo que dicen los
zapatistas acerca de Tuxtla Gutiérrez). El Estado se va degenerando, la
academia se vuelve haragana. Es una guerra que hará que países enteros
quiebren, que se empecinará en acabar con la población sobrante para el
capitalismo.
La hydra ha mutado, ¿en qué no ha
cambiado? ¿cuál es la cabeza primaria de la hydra? La codicia de la hydra es
infinita. Termina esta sección del libro, de la que hemos comentado la voz de
los zapatistas expresada por el Subcomandante Galeano, con lo que él expresa:
“Es aquí donde el pensamiento crítico nos abofetea y nos pregunta: ¿y tú qué?”.
En
la tercera parte de este primer volumen de las
Memorias del Seminario de mayo de 2015 convocado por los zapatistas, y que
ofrece los textos de la “Participación de la Comisión Sexta del EZLN” con las
voces del Sup Galeano, del Sup Moisés, de las Comandantas Miriam, Rosalinda y
Dalia, de la Base de Apoyo Lizbeth y de Escucha Selena, esta última sección se
dedica a responder a la pregunta ¿Qué hacer?
La
respuesta se condensa en dos aspectos:
1.
Organizarse.
Dice el Subcomandante Moisés: “Por eso, nosotras, nosotros las y los
zapatistas, no nos cansamos de decir, organícense, organicémonos, cada quien en
su lugar, luchamos por organizarse, trabajemos por organizarse, pensemos por
empezar a organizar y concentrémonos por unir nuestras organizaciones por un
Mundo donde los pueblos mandan y gobierno obedece”.
2.
Crear
más semilleros. El Seminario al que fuimos convocados fue para reconocer la
importancia de los conceptos teóricos, de saber contra quien estamos luchando,
de conocer otras luchas. Están cambiando las formas de lucha. “Estamos frente a
un problema y a un reto que lo vemos como lo ha definido claramente, dice el
Sup Galeano, el Subcomandante Insurgente Moisés: está cabrón”. Se necesita
hacer semilleros en todas partes porque lo que importa es saber: ¿qué sigue? El
Subcomandante Moisés afirma: “Se nos están juntando los dolores. No nos dejan
que se cierre la herida, falta que cierre la herida de padres y madres de
Ayotzinapa, y nos harán otra sino no nos organizamos. Por eso tenemos que ver
qué tenemos que hacer, compañeros y compañeras de La Sexta, hermanos y hermanas
del mundo”.
Al final del libro, en una cuarta parte
titulada “Signos y Señales” aparecen dos poemas, uno de Oscar Chávez que se
titula “LIBERTAD es una palabra Zapatista” y otro de Guillermo Velázquez B.
“Juglar de fiesta y quebranto” que expresan lo que vivimos y lo que nos
inquieta: ¿qué sigue? ¿qué hacer? Aparecen también 31 pinturas, una que es la
portada del libro y que es una representación de la hydra capitalista y una que
es la cuarta de forros, una foto de participantes, sobre todo mujeres, en medio
de la neblina de Oventic.