El papa Francisco hablará ante el Congreso de
EE.UU. en septiembre
El presidente de la Cámara de
Representantes de Estados Unidos, el republicano John Boehner, confirmó que el
papa Francisco visitará el Capitolio el 24 de septiembre como parte de su visita
a Estados Unidos.
"Ese día, él se convertirá en el
primer líder en la historia de la Santa Sede que se dirige a una sesión
conjunta del Congreso", dijo Boehner en un comunicado.
"Será una visita histórica y
estamos verdaderamente agradecidos de que el Pontífice haya aceptado nuestra
invitación".
Según explica el corresponsal de BBC
Mundo en Washington, Thomas Sparrow, el Papa también estará en Nueva York,
donde hablará en Naciones Unidas, así como en Filadelfia para el Encuentro
Mundial de las Familias.
Durante su viaje a Estados Unidos, el
primero que realiza a este país desde que fue nombrado Papa en marzo de 2013,
Francisco canonizará al franciscano español Junípero Serra, considerado el
"fundador" de California.
Los conservadores de EE.UU., en guerra contra
"el papa marxista"
Francisco no cuenta entre los miembros
de la derecha en EE.UU. con la buena imagen de la que disfrutaban sus
antecesores.
Primero fueron sus críticas a la
"obsesión" de la Iglesia católica con el aborto y los gays. Luego su
condena al "capitalismo salvaje" y a la "dictadura de la
economía". Y por último, sus palabras sobre la responsabilidad del hombre
en el cambio climático.
Pese a que todavía no se han cumplido
dos años desde que el argentino Jorge Mario Bergoglio se convirtió en el papa
Francisco, ya han sido muchos los políticos, comentaristas y periodistas
conservadores en Estados Unidos que han mostrado sus reservas sobre el
pontífice.
Su decisión recién anunciada de elevar a
los altares al arzobispo salvadoreño Óscar Romero -tachado de
"comunista" por algunos- tampoco habría sentado bien entre los
sectores más reaccionarios del catolicismo estadounidense, de acuerdo con un
artículo publicado esta semana en la revista Time.
Según algunos analistas, en estos
momentos Francisco no cuenta entre los miembros de la derecha en EE.UU. con la
buena imagen de la que disfrutaban sus antecesores -Juan Pablo II y Benedicto
XVI- con los que coincidían plenamente en cuestiones de moral y quienes
realizaban unas criticas más veladas del capitalismo y los mercados.
Estrellas del ultraconservador Tea Party
como Sarah Palin o Rick Santorum no han dudado en mostrar sus reparos hacia la
"agenda liberal" del Papa.
Santorum, quien es padre de familia
numerosa, llegó a asegurar que "a veces es difícil escuchar" al papa
Francisco, por las declaraciones en las que el pontífice dijo que "ser un
buen católico no implica tener hijos como conejos".
"Puro marxismo"
Hace unos días, el Papa reiteró en una
entrevista ofrecida al diario italiano La Stampa que su
visión sobre la redistribución de la riqueza, las injusticias del sistema
capitalista y la necesidad de ayudar a los más pobres proviene de los
evangelios y nada tiene que ver con el marxismo o el comunismo.
El locutor conservador Rush Limbaugh tachó de
"marxistas" las ideas del papa sobre el capitalismo.
El pontífice volvió a responder así a
sus críticos en EE.UU., que encabezados por el locutor Rush Limbaugh se le
echaron encima cuando publicó la exhortación apostólica "Evangelii
Gaudium", en la que, entre otras cosas, rechazaba las teorías que
sostienen que el libre mercado hace que la riqueza tarde o temprano llegue a
todo el mundo.
"Eso es puro marxismo saliendo de
la boca del papa", dijo Limbaugh en su programa diario de radio que cuenta
con millones de seguidores , unos días después de publicarse el documento, a
finales de 2013.
Las críticas a Bergoglio también
llegaron de medios como la cadena conservadora Fox News, en la que el
periodista Adam Shaw comparó la popularidad del Papa con la que disfrutó en sus
primeros días como presidente de EE.UU., Barack Obama.
"Igual que el presidente Obama ha
sido una decepción para EE.UU., el papa Francisco demostrará ser un desastre
para la Iglesia católica", escribió Shaw.
El papa Francisco no sólo ha sido cuestionado
por sus posturas sobre temas de moral o economía. Hace unos días el senador
republicano de Florida Marco Rubio, hablando sobre el papel del papa en la
reanudación de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU., aseguró que le
gustaría que el pontífice "tomara la causa de la libertad y la
democracia".
Además, en las últimas semanas, el
anuncio de que el Papa piensa publicar una encíclica sobre ecología y cambio
climático, que podría estar lista para los meses de junio o julio antes de la
reunión sobre el tema convocada por Naciones Unidas en París, ha hecho que
algunos medios conservadores hayan asegurado que Bergoglio "tiene una
agenda ambientalista radical".
"Creo que al Papa lo han tachado de
marxista porque utiliza un lenguaje más propio de la izquierda que de la
Iglesia católica y eso ha sido una sorpresa para muchos en EE.UU.",
asegura James Pethokoukis, periodista y analista del Instituto de Empresa
Estadounidense (AEI, por sus siglas en inglés), un centro de estudios
conservador con base en Washington.
"Sus comentarios sobre el
capitalismo son sorprendentes porque con ellos parece no dar valor al hecho de
que el capitalismo ha sido una fuerza increíble en los últimos 200 años para
aumentar los niveles de vida de millones de personas en todo el mundo y
continúa siéndolo", señala Pethokoukis en conversación con BBC Mundo.
Pethokoukis cree que "muchos
conservadores en EE.UU. sienten que Juan Pablo II y Benedicto XVI estaban de su
lado porque parecían apreciar que el libre mercado es algo bueno para
crear" riqueza y oportunidades.
"Los conservadores en EE.UU. que no
son católicos y que no están muy familiarizados con la Iglesia católica y su
doctrina, creen que se ha pasado de un papa conservador y de derechas a uno de
izquierdas, radical e incluso marxista", apunta el experto del AEI.
Otra conversación
William Doyle, profesor de economía de
la Universidad de Dallas, en Texas, se muestra sorprendido de que los
conservadores crean que el papa es marxista, ya que considera que "muchas
de sus ideas se encuentran implícita o explícitamente en los evangelios".
"La razón por la que los conservadores
veían con mejores ojos a Juan Pablo II y a Benedicto XVI es que estos pasaron
mucho más tiempo hablando de los dogmas del catolicismo, sobretodo de lo
relacionado con la moral sexual".
"En cambio, el papa Francisco ha
desviado la conversación hacia el sufrimiento que causa la pobreza y la
indiferencia ante esta, lo que creo hace sentir incómodos a algunos de los que
tienen mucho dinero", señala el preofesor de la Universidad de Dallas, una
institución de enseñanza católica.
Pese a las duras críticas que ha
recibido el papa por parte de la derecha estadounidense, Doyle considera que
"los liberales en EE.UU. siguen siendo más hostiles hacia la iglesia
católica", especialmente por los escándalos de abusos en los que se ha
visto envuelta y por sus posturas en cuestiones de moral.
El periodista británico Austen Ivereigh,
autor de la recién publicada biografía del pontífice, "El gran
reformador", cree que muchos en EE.UU. no están entendiendo el mensaje del
papa.
"Cuando habla de la economía y de
los mercados, lo hace siguiendo la tradición de la enseñanza social de la
Iglesia católica. No está hablando desde un punto de vista ideológico".
"Sus críticas a los mercados están
relacionadas con lo que ha llamado 'la cultura del descarte', que cree da lugar
a gran número de personas desempleadas o que viven por debajo del nivel de la
pobreza", apunta Ivereigh en conversación con BBC Mundo.
El papa Francisco ha desviado la
conversación hacia el sufrimiento que causa la pobreza y la indiferencia ante
esta, según algunos analistas.
"Creo que los conservadores en
EE.UU. se sienten amenazados por el papa Francisco y sospechan de él porque
proviene de una tradición latinoamericana que pone el énfasis en el estado y
que no entiende los beneficios y las virtudes de la libertad de mercado".
Pese a la controversia que está
generando Bergoglio entre algunos sectores, los analistas consultados por BBC
Mundo creen que cuando visite EE.UU. el próximo septiembre, tendrá una gran
bienvenida.
"A la gente le interesa este papa
porque tiene un discurso diferente en muchos asuntos y una personalidad muy
atrayente", señala James Pethokoukis. "Seguro que tanto demócratas y
como republicanos querrán tomarse una foto con él".