¿Otro México es posible? Frente al
derrotismo que impera en una buena parte de la sociedad, la pregunta no solo es
pertinente sino sumamente significativa. Foto: Cuartoscuro
¿Otro México es posible? Frente al
derrotismo que impera en una buena parte de la sociedad, la pregunta no solo es
pertinente sino sumamente significativa.
Plantearnos la pregunta implica
desde ya cuáles son esos Méxicos Posibles y qué consecuencias tiene tomar o no
tomar ciertas decisiones en el corto y mediano plazo para el derrotero del país
y por lo tanto de nosotros mismos.
Con esa pregunta y la metodología
de Planeación Transformadora por Escenarios, de Adam Kahane, (autor entre otros
libros de Colaborando con el enemigo, facilitador del proceso de transición en
Sud África y la pacificación de Colombia) casi un centenar de mexicanos
ampliamente diversos en edades, origen geográfico, oficios, ideología, pero
sobre todo en la forma de ver el país, discutimos (de hecho, primero aprendimos
a discutir) y creamos cuatro escenarios posibles para México de cara al 2030.
(Las narrativas completas y más información sobre el grupo están en la página
www.mexicosposibles.mx)
El primero es el escenario que
bautizamos como Unos toman, México agandallado, que es por así decirlo el
escenario inercial. En este escenario se mantienen los privilegios y los
sistemas de excepción, no hay transformaciones de fondo, lo que conlleva a un
deterioro paulatino pero sostenido en el mediano plazo en inseguridad,
ilegalidad e inequidad.
Un segundo escenario posible es el
que llamamos Unos ponen, México Pasmado, que refleja un país en el que la
distancia entre los tomadores de decisiones y la una sociedad cada vez más
activa pero poco eficiente, lo que lleva a confrontaciones constante y
resultados mediocres en todos los ámbitos en el futuro cercano.
El tercer escenario, el que
seguramente todos deseamos, es el que llamamos Todos ponen, México responsable.
Por supuesto que es el que suena mejor, pero es el que implica que cada uno
asuma su responsabilidad y que encontremos, por la vía del diálogo, fórmulas
para transformar al país y reducir paulatina pero sostenidamente la
inseguridad, la ilegalidad y la inequidad.
Pero existe un cuarto escenario que
no por indeseado es menos factible: Todos pierden, México fallido, caracterizado
por acelerado deterioro de las condiciones económicas y sociales producto de
una democracia fallida, tendencias autoritarias, pérdida del control
territorial, etcétera.
No se trata de predicciones de
Nostradamus, ni de una colección de deseos y frustraciones. Todas estas son
narrativas factibles, pertinentes, retadoras construidas colectivamente con
metodología para dar luz de lo que puede suceder. Partimos de que el futuro de
México no está escrito y que hay que escribirlo entre todos y para todos;
estamos cierto de que otro México (ese que muchos deseamos, pero que tenemos
que aprender a construirlo juntos) es posible.